
Aunque sus padres son gerrilleros, Teo y su prima intentan vivir como los niños que son.
Disfraces, escondites y falsos nombres sirven para que la protagonista, junto a su primo Teo, reinvente la vida de sus padres, guerrilleros en los años 60 en Venezuela. Como en un juego, ellos hacen de la persecución y clandestinidad una aventura, mientras esperan que sus padres regresen de la montaña. Pero el juego infantil no logra ocultar las contradicciones y traiciones que se viven dentro de las guerrillas. El miedo siempre está ahí, más aún en los días que llegan las postales de Leningrado.
Disfraces, escondites y falsos nombres sirven para que la protagonista, junto a su primo Teo, reinvente la vida de sus padres, guerrilleros en los años 60 en Venezuela. Como en un juego, ellos hacen de la persecución y clandestinidad una aventura, mientras esperan que sus padres regresen de la montaña. Pero el juego infantil no logra ocultar las contradicciones y traiciones que se viven dentro de las guerrillas. El miedo siempre está ahí, más aún en los días que llegan las postales de Leningrado.
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